El centro de las alegrías tabernarias no tiene que pasar necesariamente por Chamberí, La Latina, u otros barrios de los que tienen el caché de la cosa. Así, en la zona de Barajas, en el barrio de los Coronales, se encuentra uno de los rincones más frescos y creativos de la ciudad. Dani Vangoni, genuino alma mater de esta casa, junto a Isaac Gutierrez y Raúl Llorente, lleva al frente Taberna Bahía. Lugar de excelencia gastro, ha sobrevivido incluso a la pandemia con el garbo que se estila en los Madriles, y ha superado la dictadura del menú degustación.
La bandera pirata con la que se divisa este destino
de felicidad, anuncia un intenso local que trasciende el barrio. Nunca tuvo tanto sentido, en esta acogedora barra que serpentea
por todo el espacio acristalado o por la terraza, el concepto de que aquí el
cliente viene a entregarse. La cocina de Dani es un recital de elegantes
interpretaciones del gusto actual. Ese que pasa por descartar prejuicios que
impedirían una magnífica ensaladilla rusa con coliflor, verdadero manjar de
texturas, un buñuelito de patatas revolconas con salmonete, o una croqueta
trufada, que rompe sentidos en boca y memorias.
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