Dicen en Cádiz que un lio es una mujer con dos «marios». Y los
bodegueros contemporáneos que no dejan de enredar, andan siempre jugueteando
con interpretaciones osadas que les aparten de los cánones o del bostezo de lo
previsible. Así, una recoleta pero ya prestigiosa bodega como es Canopy en
la toledana Méntrida, se ha amancebado enológicamente con la gallega
Attis. El resultado del amor prohibido, es una criatura tinta que
combina las dos sangres aparentemente dispares, como son la syran y la rara y
escasa espadeiro gallega.
Los mestizajes a
partes iguales suelen dar ejemplares bellos, y ahí están las pasarelas de moda
o los ceos de las «startups». Por eso, la factura de este original experimento
entre lo musical y el concepto, tiene el interés de lo diferente. Pues
esos aromas de precedencia tan antagónica, a veces minerales y otras
achocolatados, y con una crianza que le da esqueleto a este vino de armazón,
cuando menos justifican la coyunda. Estamos ante un vino que se pretende adquiera
el relieve de lo complementario, como diría Antonio Machado.
Las gafas en 3D con las que se prologa el
buen trago untuoso y de acidez marcada, aconsejan que para mirar los amores de
la vida o del vino necesitamos más de una dimensión.
Bodegas: Canopy & Attis Vino: Estereo 2019 Web: www.bodegascanopy.com
Precio: 35€
Comentarios
Publicar un comentario