Chiringuito urbano en pleno centro de Madrid

A los muy gatos se nos llena de fatiga el alma cuando dejamos atrás la capital. Solo fiestas patronales, y los muchos lugares de goce culinario, nos sirven de anzuelo y consuelo para hacer las maletas. El Mediterráneo es siempre una tentación que hoy podemos sofocar sin viajar, a golpe de taxi, en lo que los creadores de este «Mar Mía» llaman un «chiringuito urbano». Y como el gran Alfredo Landa añadiría «chiringuito, pero de categoría». Es innegable que Carlos Bosch tiene el don de encontrar lo bonito y bueno hasta en lo áspero, y que como «perito en lunas», hace que se sumen en este sueño, la representación del buen hacer en arroces y piezas marineras de su Alicante querido.


Así, Luis Rodríguez se ha dejado embaucar para traerse enseres y cocineros de Casa Elías, probando paellas que soportan la exportación y el gas, en lugar de la leña y el trevere. De momento, dos grandes ejemplos, un clásico en su casa: el arroz de conejo y caracoles, y el otro de verduras. Un arroz sofrito de un solo grano de grosor, suelto y muy concentrado en sabor, recordando al socarrat. Mi querida Mari Carmen, muy experta en arroces, encontró las diferencias con la original que conoce muy bien, y matizó sutilmente, ayudando así en el camino de la perfección.

Otro seducido, Rafa Zafra, que desde su éxito en Estimar, se atreve a importar su excepcional sistema de tratamiento del material marino que selecciona con tanto saber. Aquí trae nuevas ideas para una brasa que facilita o complica, a los comprometidos cocineros que intentan aprender un oficio de sensibilidades, en tiempo récord. También, algunos clásicos, como las almejas y las ostras tocadas en aceite, o sus delicias de caviar y cangrejo para él que se merezca el exceso.

Por «poner a la luna un tirabuzón», la carta del bar Manero despliega esa selección de chucherías y antojos que a la hora que acuda, y puede hacerlo a las veinticuatro, es imposible que no acierte con las apetencias de cualquier alma desasosegada, y hasta platos de cuchara tradicional. A gozar.

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